Muchas veces pregunto a lo largo de los cursos que imparto o
durante el trabajo esta cuestión. De su respuesta dependerá el enfoque que le
daremos a la vida de nuestros perros. Hay mucha gente que busca la simple y
sana compañía, otras prefieren un amigo con el que compartir experiencias,
muchas personas buscan la moda, otras lo quieren para darle una utilidad como
proteger a la familia, algunas quieren suplir un hueco que falta en casa,
muchas otras personas deciden que sea un regalo para sus hijos en navidad o por
su cumpleaños, de esas personas unas le tratarán como un juguete, otras como
una educación sobre la responsabilidad, otras devolverán o abandonarán ese
“regalo” por no tener manual de instrucciones. Muchas son las diferentes formas
de ver al perro, más diferente aún es la calidad de vida que le vamos a
ofrecer.
Si lo que buscamos únicamente es disfrutar de su compañía,
acariciar su pelo cuando estamos tristes o mientras vemos la tele, presumir de
nuestro perro por lo “guapo” que es sin presumir de lo que realmente es, que
entretenga a los hijos o que me entretenga a mí... mucho es lo que nos vamos a
perder de lo que realmente puede ofrecernos.
El enfoque lo es todo. No es moda, no es humano. Es un perro
y eso significa mucho. Nosotros los humanos somos los inteligentes y
racionales. No es inteligente ni racional pensar que a un perro, animal
depredador social cooperativo, le pueden gustar los bienes y comodidades que
disfrutamos los humanos. Es más básico y cosas más básicas hemos de ofrecerles.
Paseos, aventuras, juegos cooperativos, normas sociales, la comodidad de
comprender su entorno... No necesitan realmente las burbujas de un SPA o los
perfumes con olor a frutos del bosque. Lo más que se acerca eso de lo que
quiere realmente es la palabra “Bosque” que hay en la etiqueta del perfume o
que el SPA con burbujas se lo den puesto que ha estado revolviéndose en el
barro después de un baño en el lago y está hecho unos zorros.
Mi trabajo muchas veces se centra en ser el intermediario
entre las necesidades humanas y las caninas. Intento hacer que cuadren las unas
con las otras. Para ello centro mi esfuerzo en la parte humana para hacerle
comprender lo que le está diciendo. Creo en la idea de que todos los que acuden
a mi AMAN a sus perros con locura. Por ello es fácil que cambien su enfoque
para el bien de sus mascotas y, de rebote, el nuestro. Ya comenté anteriormente
en otro artículo que muchos de los problemas de conducta como agresiones,
destrozos, micciones en el hogar, etc. Son únicamente su forma de expresar el
malestar ante una vida que no terminan de comprender. Con el enfoque adecuado
no habría expresión de malestar.
Un ejemplo de esto
sería:
Tengo un perro que no para de ladrar a todas horas:
-Opción
1: No hacer nada
-Opción
2: Solucionar el síntoma de ladrar
-Opción
3: Centrar mi esfuerzo en averiguar el porqué de sus ladridos ¿Qué le sucede
tan grave que tiene que ladrar constantemente?
Evidentemente la opción 1 queda completamente descartada
puesto que terminará por minar nuestra paciencia o la de los vecinos. La opción
2 ya es algo, pero no se soluciona ningún problema centrándose únicamente en
los síntomas. Es como un fumador que no para de tomar caramelos de menta por el
mal aliento. Tendría mejor aliento si dejase de fumar puesto que ese es el
verdadero problema de su mal aliento, siendo el aliento tan solo un síntoma.
Los problemas que los perros manifiestan son únicamente
síntomas de, posiblemente, nuestra incorrecta forma de ver su mundo.
Les pediría a todas aquellas personas que tienen la
paciencia de leerme que hagan una reflexión, que miren a sus perros y vean que
es lo que realmente buscan de ellos. Si es amistad ha de ser recíproca, debemos
de darle si pretendemos recibir. Animo a que reflexionen y animo aún más a que
cambien esa forma de verle si lo consideran necesario. Saber reconocer que lo
que hacemos por ellos puede que no sea lo que realmente quieren y actuar en
consecuencia es una de las grandes virtudes que puede tomar como opción el ser
humano.
Personalmente cuando llegó mi primera perra a mi vida yo
buscaba compañía y amistad. La compañía la obtuve gratuitamente, la amistad no
tanto. Al tener al perro en casa con la puerta cerrada, en la calle con la
correa, en el parque con un vallado... se obtiene de forma forzada dicha
compañía, es gratis y no requiere esfuerzo. Para la amistad es otro tema. Mi forma de entender la amistad requiere
empatía, comprensión, involucración, paciencia en las adversidades, sonrisas en
los momentos buenos y otra mucho más grande en los malos. La mistad requiere de
constancia para mantenerla, no puedo pretender mantener una amistad por lo que
fue sin prestar atención a lo que es. Todo esto bien llevado forjará grandes
vínculos que nos harán compartir increíbles experiencias juntos.
Empatía
Comprensión
Involucración
Paciencia
Constancia
Confianza
Sonrisas
Vínculo
Experiencias
El problema al que me enfrenté es que no soy un perro, soy
un hombre. No podía tener empatía si
no comprendía su lenguaje corporal, no podía comprender lo que me transmitía puesto que no dominaba el cómo
hacerlo. Para poder comprender me involucré
en su mundo e intente aprender de lo que
le veía hacer con otros perros en el parque, de los libros de comportamiento
canino y de las experiencias de gente más veterana en el mundo canino.
Todo esto requirió de una paciencia ilimitada por mi parte ya que no se aprende en un día, ni
en dos, ni en un año, ni en diez. Los perros son extremadamente simples a la
vez de tremendamente complejos. No se puede generalizar conductas a la ligera
ni tomar como milagrosos los métodos que a otros les han funcionado. Muchas
veces erraremos.
Por ganarme la amistad de mi perra me esforcé en ser constante en el trabajo de mi
paciencia, empatía, comprensión, involucración en su mundo...
Al fin sucedió. Puedo decir orgulloso que entiendo a mi
amiga. Ya no está en mi casa porque la puerta está cerrada, ya no se va de mi
lado por no tener correa, ya no hacen falta las vallas de los parques. Disfruto
de largos paseos por el campo sabiendo que siempre está cerca porque es lo que
quiere. Confiamos el uno en el otro
puesto que nos lo hemos ganado. Juntos
hemos vivido cientos de aventuras que son de su mundo y no del mío, yo
simplemente soy un espectador alucinado y sonriente.
Las experiencias que hemos vivido
juntos nos han unido de forma que comprendemos las señales que nos transmitimos
y nuestros estados anímicos. Sonará pretencioso pero con ella siento una
simbiosis especial y única la cual me hace odiar el hecho de saber que va a
vivir menos que yo.
Aunque no sepas leer... gracias por tu amistad.
Como leer es cosa de humanos te lo diré como tú entiendes
durante todos los días de tú vida.
Si valoras su amistad
mírale intentando sentir lo que siente, ten empatía. Comprende su
mundo, deja que te lo enseñe. Involúcrate
en su vida, ellos ya se involucran demasiado en las nuestras. Ten paciencia, has de saber que para llegar
a comprender correctamente a tu amigo van a haber muchísimos malos entendidos.
Ten constancia una vez alcanzada la
meta, no te relajes o perderás su confianza.
Sonríe compartiendo experiencias juntos y sonríe más aún
cuando te venza la paciencia. Forja un vínculo
de AMISTAD indestructible. Vive el
momento y siente.
TODO ESTO Y MUCHO MÁS EN:
Pascual Verdú (Adiestrador inscrito en el Registro Oficial
de Adiestradores Caninos Capacitados de la Comunidad Valenciana CV-ACC70)
Tera-Can (Pascual
Educación Canina en Alicante). Conoce más sobre el maravilloso mundo canino.
Resuelve problemas de conducta y malos hábitos de tu perro simplemente usando
sana y natural comunicación canina. Educación Canina y Adiestramiento Canino
Alicante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario