Humanizar a los perros:
He pensado en escribir sobre este tema para intentar hacer
ver lo mucho que nos solemos confundir a la hora de buscarle una lógica a
determinados comportamientos que observamos de los perros. Siempre digo que –Si
tienes que buscar una respuesta compleja o enrevesada para dar sentido a algo
que hace tu perro, es que te estás confundiendo-. Los perros son más simples
que nosotros y, por este motivo, sus porqués son mucho menos complejos que los
nuestros.
La eterna búsqueda:
Desde que el hombre tiene pleno estado de consciencia ha
intentado dar sentido a todo lo que le rodeaba. Esto es debido a que, al igual
que sucede con los perros, cuanto más control del entorno tenemos, más
sensación de seguridad nos inundará. Por ello le damos lógica a la vida, a la
muerte, al universo, a lo inexplicable. A la muerte y lo inmaterial les hemos
dado lógicas que han evolucionado con nosotros. Primero como primitivas
adoraciones al Sol más tarde con complejas estructuras sociales de dioses del
Olimpo y finalmente con las diversas religiones que están actualmente vigentes
en cada sociedad.
La eterna búsqueda de respuestas…
Este “don de la curiosidad” que le ha sido otorgado al
hombre es el principal motivo de nuestra humanización de los perros. La
búsqueda de lógicas complejas para dar sentido a “algo”.
El error radica en nuestras herramientas para dar una lógica
a un comportamiento canino. Muchos de los propietarios de perros desconocen los
entresijos de la etología y el comportamiento canino. No por esto se va a
desactivar nuestro “don de la curiosidad”, continúa latente. Lo que sucede es
que nuestra mente se confunde al buscar en la biblioteca de las experiencias
vividas. En dicho biblioteca accedemos a la leja de comportamientos sociales y
allí únicamente encontramos libros de experiencias con niños, padres, madres,
desconocidos, bebés… todos ellos humanos. Nuestra mente agarra un poco de aquí
y otro poco de allá y crea unos “apuntes sobre comportamiento canino”. Dichos
apuntes están corrompidos, no son fieles a la verdad puesto que sus bases… ¡son
humanas!
En los apuntes habrían respuestas a comportamientos como:
-Pelea
entre dos perros que viven en el mismo hogar = CELOS
-Orina
al llegar a casa =VENGANZA
-Un
perro que le quita un juguete a otro = ENVIDIA
-Ladridos
a otros perros = NO
LE GUSTAN LOS PERROS
-Y un
eterno etc.
Los celos, la envidia, la venganza… son lógicas
extremadamente complejas para la mente del perro. Resulta necesario tener una
mente como la nuestra, con capacidad de pensamiento abstracto, para poder
desarrollar esas lógicas.
Los perros viven el ahora en su estado más puro. Poseen
márgenes de microsegundos dónde saltan de un pensamiento a otro (sobre todo si
está en el paseo con miles de estímulos que le llaman la atención). Es por este
motivo por el cual no podemos creer que ha actuado como venganza. La venganza
requiere una mente que tenga plena consciencia de que existe un presente, un
pasado y un futuro. Si los perros supieran que hay un mañana posiblemente
sabrían que hay una muerte y, si supieran de esta… posiblemente tendrían dioses
a los que adorarían, vestirían ropa y pagarían hipotecas.
No diciendo todo esto quiero expresar que los perros son
simples máquinas condicionadas que actúan por estímulo/respuesta o
acto/consecuencia, no. Ni mucho menos. Los perros tienen su propia visión del
mundo y, en su mundo solamente existe el aquí y el ahora. Este ahora se forja
en base a la etología canina, una parte instintiva e innata y la otra en base a
la forma de vida que desarrolle adquiriendo comportamientos adquiridos o
aprendidos según el tipo de estímulo que experimente.
Para explicar esto con más claridad voy a poner el ejemplo
de un perro que tiene miedo a los coches por haber sido atropellado dos años
atrás. Este perro no vive pensando en aquella situación que le aconteció en el
pasado. No teme por la vuelta de ese coche buscando venganza. Nosotros, los
humanos, sí que pensaríamos de esa forma y, aún estando lejos de los coches,
recordaríamos el momento creando en nuestra mente ultra compleja una especie de
proyección de cine en donde reviviríamos a la perfección el momento traumático.
Por la contra, el perro, evidentemente tendrá miedo al ver el coche, pero su
lógica resultaría diferente a la nuestra. En su mente se procesaría como
coche/dolor (El coche sería un Estímulo Condicionado que le provocaría
desagrado), su mente buscaría recursos para enfrentarse a esta encrucijada y no
encontraría respuesta puesto que no posee ni habilidades ni experiencias
suficientes para enfrentarse a la situación. Quedaría así a merced de respuestas
innatas e instintivas, manifestándose en forma de; huida, bloqueo o agresividad defensiva.
Si este perro saliera de una zona de coches y entrase en un
bosque, pronto dejaría de tener miedo y, si viviera toda su vida en dicho
bosque, no volvería a sentir ese miedo. Nosotros en cambio sí.
Otra forma en la que le damos connotaciones humanizadas es,
por ejemplo, a la hora de salir de casa para dar el paseo. Decimos que el perro
sabe que nos vamos a la calle puesto que se pone nervioso cuando cogemos la
correa. Evidentemente sabe que hay calle pero… ¿Sabe que nos vamos a la calle
como pensamiento futuro? La respuesta sería que no. En este caso tendría una
serie de procesos encadenados y experimentados con anterioridad. El proceso
sería tal que así; Correa – Puerta – Ascensor – Puerta de la calle – Paseo.
Siendo el “paseo” lo que le produce un enorme placer, simplemente, va a ir
creando asociaciones diversas siempre con el paseo (placer) como condicionante.
Con lo cual y tras múltiples condicionamientos nuestro amigo llegaría al
aprendizaje de “correa es igual a calle, calle es igual a placer y excitación,
así que, visto esto, correa es igual a placer y excitación”. No hay
pensamientos de futuro.
Mi madre es otra víctima de la humanización. Ella intenta
por todos los medios darle lógica a muchos de los comportamientos de mi perra
Leya cuando estamos de visita en su casa. Mi madre asegura que, cuando Leya
quiere salir a la calle o quiere un premio de comida, solamente tiene que decir
un –Luego Leya, luego- y esta inmediatamente lo comprende y se calma para
esperar a que le den lo que pide que, fácilmente, puede ser en el espacio de
una hora. Esto implicaría que Leya posee percepción de que existe un futuro y
se esperaría entreteniéndose con otros quehaceres hasta recibir lo que anhela.
Muy lejos de la lógica que mi madre ha otorgado a dicho
comportamiento está la forma de pensar que tengo yo. Mi madre ha seguido un
patrón de comportamiento muy sistemático, siempre igual. Ella lo que ha creado
es el equivalente a cuando yo le digo a mi perra –Leya, no-. Le ha dado un
significado canino de negación a la palabra “luego” puesto que siempre se ha
mantenido un patrón idéntico. Tras la palabra “luego” NUNCA recibe lo que pide,
se le niega. Leya lo único que hace es cesar su petición y ponerse a hacer
otras cosas. No sabe que después se lo va a ofrecer, entre otros motivos porque
Leya no sabe castellano. Mi madre ha hecho un excelente trabajo para asociar
una palabra a la negación de una petición, ¡mi madre es un hacha! Aunque
continúa pensando que es porque sabe que después le dará ese paseo o ese premio
de comida. Contra las madres no se puede luchar. Aún así y, rompiendo una lanza a favor de mi madre, lo ha hecho genial puesto que SIEMPRE actúa de la misma forma y ha creado un entendimiento entre las partes humano-caninas. El siempre y el nunca de una forma de actuar es importantísimo.
Esto debería plasmar una idea base sobre el porqué del que
se diga que no se puede reñir a nuestros perros por acciones que han acontecido
en el pasado. A menudo me dice la gente que sus perros saben que han hecho mal
puesto que estos adquieren una posición lastimosa cuando los dueños llegan a
casa. Eso me da mucho que pensar. Eso es debido a que el perro desconfía de los
dueños puesto que muchas veces al entrar le han reñido sin motivo y es por esto
que adquieren una posición de lástima para calmar a los agresores, los dueños.
Más complejo que esto sería la lógica que muchos
propietarios me dicen de una variable de este mismo caso. Estos afirman que sus
perros únicamente adquieren esta postura cuando realmente hay un “pis” en casa
y lo hacen porque saben que está mal hacho. Bien, si fuera un niño de cinco
años sería un razonamiento completamente lógico pero recordemos que nuestro
protagonista, es un perro. En este caso, lo que ha sucedido es que el perro ha
asociado esta secuencia “olor a pis/dueños/castigo”. En ningún caso si le riñes
sabrá que es por haber hecho pis hace dos horas en el pasillo. Le estarás
diciendo “olor a pis/dueño/castigo”. De esta forma no podrás enseñar de forma
correcta a tu perro donde hacer pis, pero… lamentablemente conozco casos de
perros que han cesado su conducta con este método, también se llevan un efecto
secundario por usar este método, estos perros desconfían de sus dueños por
verle inestables emocionalmente e ilógicos en su forma de actuar. No está bien
e incluso puede acarrear problemas de conducta en el futuro.
Como parte final he de preguntar ¿Qué buscáis de vuestros
perros?
Busquéis lo que busquéis debemos de respetar a la especie
canina. Intentar simplificar nuestra mente superior y ver el aquí y el ahora. No
piensan como nosotros, no valoran lo que nosotros valoramos. No por darle todo
aquello que a nosotros nos gusta significa que ellos quieran eso. No por
privarle de trabajar vamos a hacerle feliz, no por llevarlo en brazos siempre
va a estar más cómodo. No les gusta que les vistan con disfraces, ¡no! Les
gusta el campo, el barro, correr detrás de pelotas u otros perros, jugar a la
lucha, saltar, brincar… no les gusta disfrazarse de Batman, eso nos gusta a
nosotros. Una vez me preguntaron -¿Puedo disfrazar a mi perro?- a lo que
contesté –¡Claro que sí!, él te va a hacer ese favor para que sonrías un rato y
pases un momento divertido. Puedes hacerlo siempre y cuando se lo devuelvas con
un largo paseo por el campo o por la playa. Él te da, dale tú también- No vamos a ser extremistas pero, lo que si que pediría es que les devolváis todo aquello que os dan manteniendo un equilibrado tira y afloja entre lo que necesitamos nosotros y lo que necesitan ellos. No desestabilicemos su mente para equilibrar la nuestra.
Los perros, perros son. Y de esa forma son PERFECTOS. No nos aferremos en humanizar a los perros e intentemos emperrarnos un poco más nosotros. Personalmente creo que tenemos mucho que aprender y disfrutar de su forma de pensar. A mí, personalmente, me ha traído equilibrio en mi vida y me evade esporádicamente de la compleja sociedad human propiciándome así descanso y bienestar mental. Son lo mejor que me ha pasado en la vida, la mejor terapia antiestrés, los mejores compañeros, lo más grande... por ese motivo voy a respetar su forma de ver el mundo adaptándome yo a ellos y aprendiendo a ver que... emperrándome, soy mejor humano
Los perros, perros son. Y de esa forma son PERFECTOS. No nos aferremos en humanizar a los perros e intentemos emperrarnos un poco más nosotros. Personalmente creo que tenemos mucho que aprender y disfrutar de su forma de pensar. A mí, personalmente, me ha traído equilibrio en mi vida y me evade esporádicamente de la compleja sociedad human propiciándome así descanso y bienestar mental. Son lo mejor que me ha pasado en la vida, la mejor terapia antiestrés, los mejores compañeros, lo más grande... por ese motivo voy a respetar su forma de ver el mundo adaptándome yo a ellos y aprendiendo a ver que... emperrándome, soy mejor humano
Pascual Verdú (Adiestrador inscrito en el Registro Oficial
de Adiestradores Caninos Capacitados de la Comunidad Valenciana CV-ACC70)
Tera-Can (Pascual
Educación Canina en Alicante). Conoce más sobre el maravilloso mundo canino.
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sana y natural comunicación canina. Educación Canina y Adiestramiento Canino
Alicante.
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