Pascual Educación y Adiestramiento Canino en Alicante

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domingo, 6 de octubre de 2013

Ladridos constantes, perros que no paran de ladrar (Tera-Can Pascual Adiestramiento y Educación Canina en Alicante)

Este artículo resultaría excesivamente amplio si se tratan en profundidad todos los posibles factores que pueden llevar a una sucesión de ladridos constantes. Por ello voy a enfocar el texto con el fin de que aprendamos a identificar los posibles motivos que mueven a nuestro amigo a realizar esta conducta.

 Ladrido ¿Qué significa?

 El ladrido es una herramienta verbal que el perro posee junto al gruñido, al gemido y otras manifestaciones sonoras. El uso del ladrido es, fundamentalmente, el reclamo, petición o exigencia. Cuando, por ejemplo, abandonamos la casa y nuestro perro se queda tras la puerta ladrando de forma constante lo que nos dice es; -Vuelve a entrar, ven conmigo, no me dejes solo, te exijo que entres de nuevo, o entras o la lío…- Todas interpretaciones se basarán en el tono y la intensidad de dicho ladrido. Cuanto más agudo sea dicho ladrido, más cerca estará de la petición que de la exigencia. Incluso pueden llegar a ser una mezcla de ladrido-gemido, lo que nos da pruebas de que es un… por favor vuelve a entrar. En cambio, cuanto más grave sea más cerca de la exigencia estará. Todo ello depende del carácter más o menos serio que tenga nuestro perro o lo “acachorrado” que este esté.

 Datos a tener MUY en cuenta:

 Como humanos tendemos a confundirnos ampliamente a la hora de abordar este y muchos problemas conductuales. Nos centramos en demasía donde no debemos. En este caso en concreto NO TENEMOS UN PROBLEMA DE LADRIDOS, es algo que a mucha gente le cuesta entender. Lo que tenemos es un problema “X” con un síntoma de ladridos.

 Esta problemática siempre va asociada a algo más grande como puede ser; sentimiento de soledad, desesperanza, falta de herramientas y recursos para afrontar la soledad, exigencias reiteradas por falta de comunicación con los dueños, carencia o déficit de normas en el hogar… como veis, no es un problema de ladridos, es un síntoma de cualquiera de los casos anteriores, unas catalogadas como patologías y otras no.

 Otro dato a tener en cuenta es la información que nuestro amigo nos está dando. Puede que algo no esté del todo bien en su modo de ver el mundo o de realizar sus rutinas. Puede que nuestro perro, aunque nosotros creamos que le damos todo lo que necesita, necesite cosas que ellos consideran prioritarias. Una de estas cosas pudiera ser la sentirse seguro en una familia estructurada, otra podría ser que necesita más ejercicio y menos caricias, otra la de aprender, con la ayuda de sus dueños, a estar solo. Fijémonos mucho en lo que nuestro perro nos dice, le queremos y el nos quiere a nosotros pero… hemos de aceptar muchos de nosotros el hecho de que su forma de ver la vida, no es la nuestra.

 Mucha gente comete atrocidades como comprar collares anti-ladridos o incluso operarles las cuerdas bocales. Esto es una verdadera barbaridad. Le estamos cortando la única herramienta que tiene para afrontar la ansiedad. Estamos creando un problema mucho mayor en él. Haciendo eso evitamos los ladridos pero volvemos al perro literalmente LOCO. No es raro observar a perros que han llevado puesto collares anti-ladridos manifestando conductas estereotipadas como perseguir sombras, dar vueltas etc. El problema ha crecido de forma brutal.

 Un dato más a tener en cuenta son los ladridos que parecen no tener justificación, los catalogados como por aburrimiento. Esos ladridos podrían acercarse a una estereotipia propia de un Trastorno Obsesivo Compulsivo y necesitarían de la consulta URGENTE de un profesional.

 Dos de los tipos de peticiones/exigencias más comunes:

 Vuelve!

 Este es el ejemplo que hemos visto más arriba. Ante esto nos deberíamos de centrar en identificar el verdadero problema de nuestro perro:

 -¿No sabe estar solo?

 Esto sería catalogado como una falta de recursos ante la soledad y puede debido a que no se le haya fomentado la autosuficiencia dejando al perro hacer libremente. Deberíamos centrar nuestro tiempo y esfuerzo en ir dejando que el perro adquiera rutinas en soledad. Aunque tengamos que estar apartados de él estando en casa o rechazándole si siempre quiere seguirnos. Sé que puede sonar humanamente incorrecto puesto que se os pasarán preguntas por la cabeza del tipo ¿Si estoy 10 horas fuera de casa, porqué no voy a estar con él todo el rato al llegar? La respuesta sería: Pues por la primera parte de la pregunta, si el perro ha de vivir en un mundo en el que sus dueños desaparecen durante 10 horas tiene que aprender a hacer cosas en soledad. Lo cruel es no enseñarle esos recursos. Diciendo esto ni mucho menos quiero decir que esta pauta sea de por vida, simplemente hasta que el problema mejore.

 -¿Está demasiado apegado a nosotros y no tolera que marchemos?

 Este caso es casi idéntico al anterior, la diferencia sería que, en este caso, sí que tendría recursos para afrontar la soledad. Pero está tan vinculado a nosotros que no quiere tomar opciones autónomas.

 -¿Cree que no deberías irte y exige tu vuelta?

 Esto es lo que pediría/exigiría un perro que tiene un control manifiesto del hogar dónde mora. Si no viera bien que abandones la casa, exigiría tu vuelta. Esta conducta suele ir asociada a ladridos para avisar de que, por ejemplo, alguien sube por las escaleras, alguien llama al ascensor, etc. Conductas de protección propias de alguien que asume el control del entorno dónde vive. Aquí tendríamos un problema de falta de estructura social comprensible a los ojos del perro o una estructura favorable a este. Tendríamos que tratar esa problemática.

 -¿Tiene miedo y ladra casi gimoteando? En este caso el miedo es el problema, no los ladridos. Este es un tema delicado y requeriría la visita a casa de un experto en conducta canina puesto que los miedos hay que tratarlos con pulso de cirujano. Una mala terapia con miedos puede ser fatal para la recuperación de nuestro amigo.

Lo más normal en estos casos es que no llegue a ser un miedo manifiesto sino más bien una inseguridad. La inseguridad se combate con confianza en el que tienes al lado, posteriormente esa confianza pasará a contagiarse al perro para pasar a tener forma autónoma. En este caso también ruego encarecidamente consultar a un profesional para que individualice la terapia a seguir.

 Vete de aquí!!

 Esto es lo que haría un perro que ladra a todo lo que se acerca a él mientras pasea por la calle. Típica conducta que manifiestan perros inseguros o con miedos o fobias manifiestas. Es el caso de, por ejemplo, perros que ladran a las bicis. No es que las quieran matar, las quieren ahuyentar puesto que genera inseguridad en ellos y en el control que tienen del entorno, les sobrepasan. En este caso el riesgo de mordida es alto pero leve puesto que lo que quieren no es un enfrentamiento, es una huída por parte de lo que le provoca inseguridad. Aún así… se tiene que tener muy en cuenta y se ha de resolver ese problema lo antes posible para ayudarle a que no manifieste comportamientos más graves.

 También, aunque en menor medida, hay ladridos que exigen que se salga de su territorio o espacio vital. Esta conducta se daría más en perros con un fuerte control del entorno. Este es un tema complicado puesto que, en este caso, se podrían llegar a manifestar agresiones especialmente importantes. Una vez más recomendaría valoración y supervisión.

 Un factor común que tienen estos casos, tanto en su manifestación en el hogar o fuera de él, es la persona que lo acompaña y la forma que tiene de reaccionar ante esa conducta. Siempre hago la misma pregunta cuando los dueños me hablan de este tipo de manifestaciones conductuales, les digo -¿Y qué haces tú entonces?- Es muy importante que siempre se solvente la situación a nuestro favor. Y eso significa con calma. Hemos de mostrar una manifiesta desaprobación ante la conducta que acaba de realizar y, seguidamente premiar la calma frente al estímulo que le ha generado dicho comportamiento. Este punto sería algo más complicado de solucionar para alguien que no tenga experiencia en el campo de conducta canina y por ello, una vez más, aconsejo servirnos de consejos individualizados para la persona en concreto y el perro en concreto.

 Espero que este artículo sirva, sobre todo, a saber apreciar que los ladridos no son problemas, son síntomas de algo mayor. No hay que tratar los síntomas nunca, sería como si a un fumador que dicho hábito le genera una tos fuerte le diéramos un caramelo de menta. Lo que realmente debe de hacer es dejar de fumar y no tomar cajas y cajas de caramelos.




TODO ESTO Y MUCHO MÁS EN:


 Pascual Verdú (Adiestrador inscrito en el Registro Oficial de Adiestradores Caninos Capacitados de la Comunidad Valenciana CV-ACC70)
 Tera-Can (Pascual Educación Canina en Alicante). Conoce más sobre el maravilloso mundo canino. Resuelve problemas de conducta y malos hábitos de tu perro simplemente usando sana y natural comunicación canina. Educación Canina y Adiestramiento Canino Alicante.

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